Si bien Europa enfrenta el desafío de una crisis energética, Estonia desea encontrar soluciones centrándose en el desarrollo de soluciones de alta tecnología de vanguardia para la seguridad energética y la transición ecológica.
El primer valle nacional del hidrógeno es estonio y cuenta con una estrecha cooperación entre académicos, la comunidad científica, el sector público y privado.
Esto se considera un hito importante que significa que Estonia se convertirá verdaderamente en un país del hidrógeno y uno de los pioneros en la transición energética. La previsión es que, en los próximos seis años, la producción de hidrógeno verde se desarrolle en al menos seis regiones de Estonia.
El hidrógeno producido en Estonia se utilizará en el transporte público, camiones pesados, ferrocarriles, transporte marítimo, aviación y otros modos de transporte. De esta manera, Estonia está oficialmente tomando medidas de la vida real para convertirse en un centro líder en desarrollo de GreenTech y en el mayor productor de energía verde per cápita del mundo.